La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo complejo que causa síntomas motores y no motores, incluidos los deterioros cognitivos. Aunque no existe una cura permanente para la enfermedad de Parkinson, se emplean tratamientos farmacológicos, cirugía y otras terapias para aliviar estos síntomas. Sin embargo, para la mayoría de los pacientes de Parkinson, se requiere un método de tratamiento adicional como la fisioterapia para ayudar a la movilidad y aumentar la independencia. El ejercicio de todo tipo es beneficioso para los pacientes con enfermedad de Parkinson. El fisioterapeuta puede guiar al paciente a través de los movimientos correctos para aumentar la movilidad, la fuerza y el equilibrio, y ayudarlo a permanecer independiente. En este blog, hemos discutido el manejo de fisioterapia de los pacientes que padecen la enfermedad de Parkinson.
¿Qué es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson está relacionada con trastornos de los ganglios basales, estos son un grupo de neuronas ubicadas en lo profundo de los hemisferios cerebrales. Los trastornos incluyen rigidez, caracterizada por un aumento de la resistencia y temblores en reposo. La enfermedad de Parkinson ocurre debido a la pérdida de células dopaminérgicas dentro de la sustancia negra, ocurre debido a factores genéticos y ambientales.
Beneficios de la fisioterapia
El papel principal del fisioterapeuta es maximizar la capacidad funcional de la fuerza, la resistencia, la flexibilidad, la práctica funcional y el equilibrio a través de la rehabilitación del movimiento mediante el apoyo y la educación. Las intervenciones de fisioterapia incluyen ejercicios y entrenamiento de estrategias de movimiento.
- Mantiene un buen patrón de respiración,
- Aumenta la fuerza muscular y la flexibilidad de las articulaciones,
- Corrige y mejora los patrones de movimiento anormales y la postura,
- Mantiene y mejora la función y la independencia, lo que ayuda a mejorar la calidad de vida de una persona.
Gestión de fisioterapia
El fisioterapeuta realiza una evaluación integral de la postura, la fuerza, la flexibilidad, la marcha, la resistencia, el equilibrio, la coordinación y la atención con el movimiento. Con base en los resultados de estas pruebas, el fisioterapeuta desarrolla un programa de ejercicios para ayudarlo a mantenerse lo más activo e independiente posible.
Según la naturaleza y la gravedad de la afección, se diseña un programa de tratamiento que se centra en actividades y educación del paciente. Consta de ejercicios que ayudan a:
- Mejorar el nivel de condición física, la fuerza y la flexibilidad,
- Rotación en la cama más fácilmente,
- Para entrar y salir de la cama, de las sillas y de los coches,
- Rotación en la cama más fácilmente,
- Párese, gire y cambie de dirección de manera más eficiente,
- Mejora la suavidad y la coordinación al caminar.
- Mejorar la capacidad para realizar movimientos de la mano,
- Mejorar la capacidad para subir y bajar escaleras y bordillos,
- Realice tareas duales a la vez de manera más eficiente,
- Participar en actividades importantes.
Se ha demostrado que el ejercicio mantiene la salud y el bienestar de los pacientes de Parkinson. Los ejercicios de neuroprotección se centran en la resistencia y el uso de enfoques de principios de aprendizaje motor, como imágenes mentales y entrenamiento de tareas duales. Se trata de ejercicios complejos, potentes e intensivos. El entrenamiento en neuroprotección es efectivo y debe introducirse en las primeras etapas, aunque ayuda en todas las etapas.
Ejercicios aeróbicos
La actividad física como el ejercicio aeróbico ayuda a ralentizar la degeneración de las habilidades motoras y la depresión. Y además aumenta la calidad de vida de los pacientes con Parkinson. Se ha encontrado que los ejercicios destinados a mejorar el funcionamiento cardiopulmonar y la biomecánica, la postura, el tronco y el movimiento simétrico general son de gran ventaja en los trastornos neurodegenerativos.
Ejercicios de respiración
Los ejercicios de respiración, como el entrenamiento de los músculos inspiratorios sobre las funciones pulmonares en pacientes con Parkinson de leve a moderado, resultan efectivos. Se encuentran complicaciones respiratorias que se desarrollan en muchos pacientes a medida que progresa el Parkinson, por lo que se debe prestar atención para controlar la debilidad progresiva de los músculos respiratorios y la rigidez de la caja torácica. Se alienta al individuo a continuar siendo activo y participar en el ejercicio físico durante el mayor tiempo posible.
Ejercicios de rango de movimiento
Para abordar los síntomas motores y no motores, se logra un movimiento correcto y adecuado mejorando el rango de movimiento y la capacidad física en las actividades diarias al caminar, incorporando actividades manuales como sujetar, agarrar, etc.
Ejercicios de fortalecimiento
Los ejercicios de fortalecimiento se dan contra una resistencia externa como máquinas de pesas, manguitos de pesas, masilla terapéutica, cicloergómetro, elástico, etc. Esto también mejora el equilibrio, el rendimiento físico en general. Dado que la debilidad muscular es un problema importante para los pacientes con enfermedad de Parkinson, dependiendo de la etapa de la enfermedad, el fisioterapeuta recomienda ejercicios de resistencia con mancuernas ligeras o bandas de resistencia. La hidroterapia, la resistencia al agua también se puede utilizar para fortalecer los músculos.
Estiramiento y Flexibilidad
Los pacientes con la enfermedad de Parkinson tienden a desarrollar rigidez en el flexor de la cadera, el tendón de la corva, los músculos de la pantorrilla, etc. Para disminuir esta rigidez, se realizan ejercicios de estiramiento a intervalos frecuentes a lo largo del día.
Ejecutar una tarea dual
El entrenamiento de doble tarea motora cognitiva mejora la capacidad de doble tarea y también puede mejorar la marcha, el equilibrio y la cognición. La doble tarea le gusta hablar mientras que caminar es difícil en pacientes con Parkinson.
Entrenamiento de resistencia progresiva (PRT)
El entrenamiento de resistencia progresiva (PRT) se usa para ser eficaz en la disminución de la bradicinesia y mejorar el rendimiento funcional en pacientes con enfermedad de Parkinson de leve a moderada.
Patrones recíprocos
Los movimientos recíprocos incluyen patrones de izquierda a derecha o de lado a lado, como balancear los brazos mientras se dan pasos al caminar. La enfermedad de Parkinson puede afectar estos patrones. El fisioterapeuta puede ayudar a reforzar los patrones recíprocos mediante el uso de una bicicleta estacionaria o una máquina elíptica, también incorporar caminar teniendo en cuenta el balanceo de los brazos.
Equilibrar el trabajo
El equilibrio normal es una interacción entre la retroalimentación visual, el oído interno que ayuda a orientarse y cómo los pies sienten el suelo debajo de ellos. La enfermedad de Parkinson puede afectar este sistema de equilibrio, haciendo que la marcha sea inestable. El entrenamiento de la marcha puede ayudar a mejorar el equilibrio. La fisioterapia combina estrategias de movimiento cognitivo, técnicas de indicaciones, ejercicios de equilibrio y actividades físicas. Los efectos inmediatos de las señales externas y la atención se pueden ver en la mejora de la longitud del paso, la congelación y el giro durante las tareas de caminar y en las actividades de la vida diaria.
Para brindar un tratamiento centrado en el paciente, es importante brindar educación al paciente, discutir las opciones y tener una sesión interactiva. La buena comunicación y la educación del paciente son importantes para realizar una intervención.
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