Si sufre de dolor de espalda debido a una hernia de disco y tiene miedo de tener que vivir con eso. Entonces es hora de que te relajes y te prepares para llevar una vida de calidad. Puede volver a su rutina diaria haciendo uso de los servicios de Fisioterapia. La fisioterapia no solo ayuda a mejorar el proceso de curación, sino que también reduce el dolor y también ayuda al paciente a volver a su funcionamiento normal. En este artículo encontrarás información sobre la hernia discal y su manejo fisioterápico.
¿Qué es una hernia discal?
La columna vertebral está formada por vértebras, que se mantienen una al lado de la otra por el disco. El disco es una combinación de tejidos conectivos fuertes, hecho de una capa exterior fuerte, anillo fibroso, y un centro similar a un gel llamado núcleo pulposo. El disco puede comenzar a perder contenido de agua, lo que hace que el disco sea menos eficaz como amortiguador. Esto puede causar una hernia a través de una grieta en la capa exterior. La hernia de disco comúnmente ocurre en los dos discos inferiores de la columna lumbar. Una hernia de disco puede presionar los nervios de la columna y puede causar dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad en la pierna.
Gestión de fisioterapia:
El manejo de la fisioterapia comprende una serie de terapias y técnicas como:
Terapia de frío:
El disco herniado presiona el nervio en el canal espinal, lo que causa dolor e inflamación a lo largo de las paredes de la columna. Se ha descubierto que la terapia con frío es eficaz para aliviar el dolor porque contrae las venas a lo largo de la columna vertebral, lo que ralentiza la circulación y reduce la inflamación.
Terapia de calor:
La terapia de calor es una terapia de alivio del dolor no invasivo para el dolor muscular y articular. Esta terapia se utiliza para promover el flujo sanguíneo, la sangre ayuda a sanar el área al proporcionar oxígeno y nutrientes adicionales, elimina los subproductos de desecho de los espasmos musculares, reduce el dolor en las articulaciones, relaja los músculos tensos, los tendones y los ligamentos.
Terapia ultrasónica:
El ultrasonido terapéutico ayuda a aumentar el flujo sanguíneo y reducir el dolor. Utiliza ondas ultrasónicas que penetran en la piel provocando una vibración de los tejidos locales. Esta vibración provoca un calentamiento profundo en la zona sin sensación de calor. A medida que las vibraciones creadas por el ultrasonido pasan a través del tejido blando, aumenta el calor dentro del tejido, lo que a su vez aumenta el flujo sanguíneo, reduce el dolor, relaja los músculos, aumenta la extensibilidad de los tejidos conectivos, promueve la ruptura del tejido cicatricial y mejora la flexibilidad.
Compresión vasoneumática:
La compresión vasoneumática ayuda a acelerar la recuperación. Circula agua helada y aire a través de una manga que se coloca alrededor de la parte afectada del cuerpo. Esta terapia integrada de frío y compresión ayuda a reducir el dolor, la hinchazón, los espasmos musculares y mejora la función linfática y el flujo sanguíneo oxigenado.
Electroestimulaciones transcutáneas:
Las estimulaciones eléctricas transcutáneas utilizan corrientes eléctricas que pasan a través de los electrodos colocados directamente sobre la piel del paciente. Las estimulaciones eléctricas transcutáneas provocan un aumento en el flujo sanguíneo para promover la curación y reducir la inflamación. La estimulación actúa sobre la puerta del dolor para bloquear la transmisión de señales de dolor, también provoca estimulación muscular para la reeducación y el fortalecimiento neuromuscular.
Terapia con láser de bajo nivel:
La terapia con láser de baja potencia es eficaz en el tratamiento de pacientes con casos agudos de hernias discales. Acelera el proceso de recuperación, disminuye la inflamación y el dolor.
Tracción espinal:
La tracción espinal es una forma de terapia de descompresión, ayuda a aliviar la presión de la columna. Este tipo de distracción se puede realizar tanto con técnicas manuales como con máquinas. La tracción espinal está indicada para el tratamiento de hernias discales, descomprime los discos espinales y las articulaciones facetarias utilizando tracción, distracción y posicionamiento del cuerpo.
Terapia manual:
El tratamiento de manipulación para la hernia de disco se considera seguro, efectivo y parece ser tan efectivo como otras terapias. Incluye técnicas como movilización espinal, manipulación espinal, masaje, liberación miofascial, etc.
Ejercicios de estiramiento:
Los ejercicios de estiramiento se incluyen en el plan de tratamiento para disminuir la tensión de los tejidos blandos y mejorar la postura para equilibrar las fuerzas que se ejercen sobre la columna vertebral.
Ejercicios de fortalecimiento:
La columna vertebral está sostenida por músculos fuertes y, por lo tanto, puede manejar mejor el dolor. La estabilidad de los músculos centrales es importante para recuperar la fuerza y la potencia. Los ejercicios de fortalecimiento ayudan al paciente a recuperar la funcionalidad.
El tratamiento de la hernia de disco es importante para controlar el dolor, el desarrollo de la discapacidad, prevenir una recurrencia y acelerar el regreso al trabajo. Por lo tanto, se debe tomar un tratamiento inmediato antes de que la condición progrese más.